Once años después de su jubilación, Josep Olives Puig, primer decano de la Facultad de Humanidades, una de las facultades fundacionales de UIC Barcelona, nos visitó el día 11 de enero, para celebrar los 25 años de UIC Barcelona y de la misma Facultad de Humanidades. Invitado por la actual decana de la Facultad, Judith Urbano, y acompañado de su mujer Lizette, durante la visita tuvo lugar un coloquio con profesorado actual de la Universidad, en el que se mostró muy entusiasta de poder volver a pisar la que fue su casa durante los primeros diez años de existencia: “El mejor regalo de los Reyes Magos”, dijo a su llegada

Josep Olives es una persona sonriente y con el pelo canoso. Con ochenta años a sus espaldas, cualquiera diría que tiene la misma edad con la que dejó la Universidad. Es como si no hubiera pasado el tiempo, desprende la misma energía y serenidad.

Es puro entusiasmo y pasión, que contagia a todos los que le escuchan, en esta ocasión, un grupo de profesores, principalmente de la Facultad que dirigió en los inicios de UIC Barcelona. Hablando de humanidades, por supuesto; pero también de ciencias, y de religión… y de la vida, en definitiva. Porque, según Olives, “las humanidades no tienen fronteras, ya que nos llevan a conocer nuestra propia manera de ser”.

Por eso, el coloquio que hubo en el Salón de Grados de la Universidad fue muy entrañable, agradable y ameno. Entre profesores que fueron discípulos y compañeros de batalla, como Montserrat Nebrera, Josep Corcó, Xavier Escribano o Magda Bosch, y otros de segunda o tercera “hornada”, como Bernat Torres, o incluso alumnos que fueron oyentes de las lecciones magistrales de Olives en el Aula Magna y que ahora son profesores, como Isabel Morales.

Porque recibir a Josep Olives en la Universitat Internacional de Catalunya, once años después de haberla dejado, cuando celebra el primer cuarto de siglo, es una fiesta. Con momentos para reír y momentos para ponerse serios. Pero de la seriedad que hace pensar. Porque, al fin y al cabo, el humanista lo que quiere es pensar y hacer pensar. He aquí, pues, la paradoja que soltó el profesor Olives, animándonos a vivir y a sentir las humanidades: “Es más importante la ignorancia que el saber. La ignorancia la llevamos todos incorporada: es nuestro ser, es nuestra dimensión divina, y esto es muy serio, porque coexiste con la parte que sabe”.

Olives fue decano de la Facultad de Humanidades desde 1997 hasta 2011. Entonces, desde esa Facultad se impartía, para todas las titulaciones —tanto de “ciencias como de letras”— Pensamiento, que, como bien dice la palabra, hacía pensar sobre la vida: se hablaba de filosofía, antropología, religión… Era la esencia de las humanidades en estado puro, y la génesis, del actual Centro Interdisciplinario de Pensamiento (CIP), que hoy aglutina precisamente a las asignaturas transversales que se imparten en todas las titulaciones. Olives pudo hablar del CIP con la directora actual del Centro, Andrea Rodríguez Prat, y antes de marcharse saludó al rector, Alfonso Méndiz, y constató que UIC Barcelona mantiene la esencia humanística como el primer día, su ADN bien vivo.