En los últimos años, en nuestra universidad hemos vivido un gran cambio estructural que se ha traducido en nuevas inversiones en infraestructuras. Las diversas obras que se han llevado a cabo han respondido a la lógica de la nueva dimensión que ha tomado la Universidad, y de las necesidades derivadas. Tenemos, en la actualidad, dos campus, en Barcelona y Sant Cugat del Vallès, que acogen ocho facultades, cinco institutos de investigación, tres clínicas universitarias, una escuela de doctorado, y un campus de la experiencia.

A lo largo de los 25 años, la Institución ha invertido fundamentalmente en las personas que la conforman. El crecimiento en infraestructuras o la dotación tecnológica siempre han respondido con medida a la misión de la Universidad, para garantizar una docencia y una búsqueda de la excelencia, y centrándonos especialmente en la sostenibilidad en todo lo que hacemos”.

Los tiempos actuales de crisis energética y climática exigen la responsabilidad de todo el mundo para hacer un uso responsable de los recursos, a la vez que no se puede dejar de velar para optimizar los procesos internos de la Institución. En este sentido, nos encontramos inmersos en plena transformación digital, lo que permitirá dar un salto tecnológico y organizacional a nuestra universidad”.